A las 7 de la mañana llegó el ferry al Pireo. Desayunamos al lado del Agora, la Visitamos y luego fuimos al Museo de la Acrópolis. Las fuerzas van ya muy justas, las bocas se abren mucho y abundan las miradas al vacío. Han sido unos días muy intensos y ahora en el aeropuerto alguna lágrima caerá. Cacabelos, ahí vamos!
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